¿Alguna
vez imaginamos que nosotros los peruanos seriamos reconocidos por ser la barra
más fiel, incondicional y generosa en aliento sano, vigoroso y orgulloso aún más
allá de los resultados? ¿Creímos acaso que el mundo terminaría volviendo la
mirada a nuestra gente asombrados por la conexión con una selección que jugando
bien fuese eliminada? Algo está cambiando, estamos empezando a creer en nuestra
gente, en nuestra raza, en nuestra identidad. Somos más que delicias gastronómicas,
ruinas de una cultura milenaria y minerales; vamos descubriendo el enorme valor
de poder construir y comunicar experiencias de vida a partir de equipos humanos
que generen admiración, emulación, respeto: lo vivido en estos días de mundial de
futbol Rusia 2018 va más allá de una tabla de posiciones. Las más importantes
batallas son las que se ganan en el interior de cada uno, cuando empezamos a
creer y a actuar en consecuencia.
La
historia de un equipo que hace un año estaba fuera de juego, con pocas chances
de clasificar y que sin embargo decidió reinventarse, luchar y correr tras el
sueño, y tras ellos muchos compatriotas que con duda y todo apostaban por decir
¡Vamos Perú que sí se puede! Un
camino duro, sinuoso, poblado de dificultades, en el que se peleó mucho pero se
logró alcanzar el sueño. Un equipo, un pueblo. Nada los detuvo, ni los resultados
adversos. Con su Guerrero máximo o sin él, este equipo salto a la cancha dispuesto a sortear
obstáculos y empezó a conseguir victorias que fueron dándole desarrollo a un
estilo de juego que fue madurando y llamando la atención de quienes nada
esperaban de ellos. Como en la historia de los Hobbits de Tolkien, esos pequeños
de quien nadie esperaba nada y que terminaron siendo los héroes de la película,
así empezaron a ser vistos nuestros jugadores, el comando técnico, su
entrenador, todo un equipo cohesionado, no perfecto, pero comprometido,
talentoso y dueño al fin de una identidad de juego propia.
Necesitábamos
que en una cancha de futbol se refleje el ser del peruano, ese tipo que pasó
por todas las crisis y aprendió a emprender con temores y todo apostando por
salir adelante a como diera lugar. Queríamos que el mundo viera que cuando competimos
nos brillan los ojos, que tenemos pasión, que podemos ganar o perder pero
aguerridos siempre, sin bajar los brazos, abrazando al compañero cuando éste se
equivoca porque en sus errores también nos vemos a nosotros mismos. "Solo
bajaremos la cabeza para levantar al caído" decía un contenido audiovisual
de un hincha que como tantos otros tuvo a bien generar spots en redes sociales para
no cesar de animar a sus compañeros. Y no fue uno sino fueron muchos. Algo está
cambiando, insisto. La violencia típica de la intolerancia ante el fracaso cedía
lugar a una actitud positiva, devota de reconocer lo meritorio, la virtud, el
esfuerzo, el juego limpio. Había que alentar y la barra se consagró a ello. Todos fuimos barra. Y el mundo lo vió y mostró su apreció por ello.
Es
cierto que la realidad no se agota en lo que suceda en un certamen deportivo
por más relevante que este sea, tenemos aún mucho por trabajar, mucho por
sanar, mucho por reparar, pero es loable que nuestra actitud como país haya
sido ésta que destacamos y es saludable que nos sintamos orgullosos de lo que
somos, porque nuestro actuar sí puede generar una mejor sociedad. Nuestros
malos hábitos que innegablemente son muchos, son una realidad tan poderosa como
nuestras buenas actitudes, esas a las que a veces analizamos demasiado como buscándole
el error para disminuir su valía. Basta de eso, es hora de reconciliarnos con
nosotros mismos; saludable es que nos demos un minuto para darnos las gracias los
unos a los otros y que nos abracemos como tantos compatriotas que sin conocerse,
viajando desde diversas latitudes, se encontraron en la lejana Rusia para
mostrar con orgullo los colores de su origen, de su alma, esos que todos,
migrantes y residentes reconocemos como propios, porque ser peruano es
grandioso, si señor, y el mundo ahora ya
lo sabe.
Algo mas para reafirmar esto de que ahora el mundo ya lo sabe:
ACTUALIZACION: 24 de Setiembre de 2018
Algo mas para reafirmar esto de que ahora el mundo ya lo sabe:
LA HINCHADA DE PERÚ
FUE RECOMPENSADA ESTE LUNES 24/09/2018 CON EL PREMIO 'THE BEST DE LA FIFA A LA
MEJOR AFICIÓN, POR SU ACTUACIÓN EN EL PASADO MUNDIAL DE RUSIA.
(para ver el video, de doble click para abrirlo desde You Tube)
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