Vivir
una cuarentena dentro del actual aislamiento social debido a la pandemia del
corona virus, es una circunstancia para la que ninguno estuvo preparado. La situación
de encierro, las limitaciones diarias en términos de circulación por la ciudad,
el abastecimiento anormal de productos y servicios, aspectos como el trabajo cotidiano, la
educación, los negocios, todo ha sido afectado y el gran agravante es que carecemos
de certezas futuras, es decir no sabemos exactamente hasta cuando durará esto.
Lo que sí vamos entendiendo en el día a día es cuán difícil es coexistir con
los demás en un entorno de enormes limitaciones como las que hoy nos toca vivir;
se nos hace evidente que hay actitudes que no suman, conductas que nos enfrentan
y nos dividen, omisiones que lesionan a los más indefensos del país, malos hábitos
de los demás y de nosotros mismos, que hoy nos pasan factura.