“¿Por qué huye,
papá?
Porque tenemos que perseguirle.
Pero si no ha hecho
nada malo...
Porque es el héroe que ciudad Gótica se merece, pero no el que
necesita ahora”.
(extraído de
“Batman: El Caballero de La Noche” diálogo entre el Comisionado
Gordon y su hijo)
No
siempre tenemos los héroes que quisiéramos, no siempre cubren todas nuestras
expectativas. Es más muchas veces pueden molestar y es muy deseable adaptarlos
al estándar promedio para que nadie se escandalice ante su opinión. Hay quienes le
huyen a este perfil, el de héroes; tal vez porque exigimos de ellos un dechado de virtudes
que no son precisamente lo que cada uno de ellos es en la realidad. Y es de
notar que a la gran mayoría de “fans” les cuesta aceptar ese grado de
imperfección en ellos: no les perdonamos que no sean lo que quisiéramos que
sean. ¿Y entonces qué? ¿Será que hay recetas también para esto? Si, bueno, basta
con mirar cuán grande es la mochila que le ponemos encima a diversas figuras
públicas, que si bien cuentan con un gran talento en lo suyo (deporte, artes,
ciencias, etc.), no pidieron capaz nunca ser vistos como referentes sociales.