domingo, 30 de diciembre de 2018

ESE SER ÚNICO QUE HAY DENTRO DE MÍ



Le costó mucho animarse a saltar a un escenario. Más porque cuando uno sabe que tiene algo, además de su talentosa voz, que lo hace demasiado diferente a los demás, es consciente de que probablemente llame mucho la atención y logre no sólo miradas de admiración sino otras de mofa o muecas desagradables de esas que nos hacen pasar bochornosos momentos. Sin embargo lo hizo, saltó al escenario y lució su extraordinaria voz a sabiendas de que su espesa barba llamaría la atención tanto o más que su talento vocal. Ella además tenía sobrepeso lo que incrementaba su sentimiento interno de indignidad dificultando que disfrutara plenamente de lo que hacía por mas que amaba cantar y lo hacía muy bien. Su temor la paralizaba y surgían esas voces interiores que le susurraban que no haga el ridículo, que su talento era poco valioso, que se diera cuenta que un escenario no era su lugar. Sin embargo cuando alguien le dijo clara y contundentemente lo fabulosa que era su voz y que el escenario era su lugar, algo en ella se movilizó y se dispuso a cantar a costa de lo que sea. Cuando lo hacía, impactaba por su potencia como por el sentimiento interpretativo que poseía, eso rebasaba toda parecer positivo o negativo.



This is me” ("Esta soy yo") es el tema que interpreta magistralmente Keala Settle (Lettie ó la mujer barbuda en el film “El Gran Showman”) logrando mucho más que la nominación al Oscar ó el Globo de Oro ganado; la canción se transformó en un himno a la autoafirmación, a la fe en uno mismo, al valor profundo de cada uno mas allá de sus limitaciones sean cuales fuere. Un himno que tiene innumerables réplicas y versiones en la plataforma You Tube. Porque no son pocas las personas que hemos experimentado sesgos, rechazo o cualquier forma de atropello de parte de quienes estereotipan la existencia humana afirmando que “tu si eres apto para esto y tu no”.


Venimos de siglos de una cultura poblada de estereotipos en donde si no eres de determinada forma, quedas fuera, no eres elegible o tal vez sí,  pero en la fila de atrás donde se te pueda oír pero no ver. ¿Y el talento? No repetimos hasta la saciedad que ésta es la era del talento humano. Y si tengo ese talento pero soy gordo, chato, feo, tímido… entonces, ¿dónde están mis chances de desarrollo? ¿En la última fila?


Cuando palabras afiladas quieran cortarme,
les enviare un diluvio, las ahogaré a todas,
soy un valiente, un bravo, estoy herido mas
soy quien debo ser, este soy yo.”
(Letra "This is me")

Vivimos en un tiempo en el que cada vez somos más conscientes de que el abuso, la discriminación, la acepción de personas y el prejuicio, son conductas que sabemos dañinas y por ello son rechazadas socialmente, sin embargo no desaparecen del todo porque estamos demasiado habituados a convivir con ellas, a darle albergue en nuestros corazones; están alojadas desde antaño en cada uno de nosotros, saben además camuflarse para no verse tan despreciables, usan de la comunicación sobre todo humorística para manifestarse y bullear a propios y extraños. El tan mentado “cochineo” disfraza muchos actos de bullying y acoso, conductas que finalmente no hacen sino violentarnos y dañar nuestra autoestima. Sin embargo tenemos a vista muchos grandes ejemplos de quienes enfrentaron situaciones así y salieron airosos; se repusieron y demostraron que su valía no se mide por algunas de las taras mas visibles que se tienen ó por la primera impresión que se puede dar sino por aquello que uno es y por el talento que poseemos y que podemos exhibir.

Las historias de Paul Potts el vendedor de celulares ó de Susan Boyle la mujer mayor que "nunca ha sido besada", nos dejan ver lo cínicos que podemos ser cuando etiquetamos a los demás sin haber terminado de apreciarlos. Ambos personajes se transformaron en figuras públicas luego de su aparición en Britany Got Talent en donde sorprendieron con su tremenda capacidad vocal e interpretativa. Los medios sociales digitales amplificaron su reconocimiento al viralizarse sus videos, lo que son considerados contenidos inspiradores, vitaminas para el alma.    



La aceptación propia es el tema de fondo y creo que en la mayoría de personas, es aún una asignatura pendiente. Y es de ahí de donde surge la poca aceptación que tenemos para con el resto de personas ó la común actitud de reducir a los otros a micro-conceptos mayormente peyorativos: vemos a otros, poco conocemos y sin embargo juzgamos (con amplia subjetividad) y generamos la etiqueta futura que será el cartelito de identificación de esa persona de aquí en más. Luego para comunicar esto mismo sin generar reacciones adversas inmediatas usamos el "cochineo", esa espada de doble filo que nos permite decir "como en broma" lo que juzgamos como antes dije, con enorme subjetividad. Esta es una semilla de violencia relacional muy común, pero pareciera a veces que es mejor no darle luz siendo que es un actuar altamente nocivo.  

Aprender a valorarnos es fundamental y ello implica liberarnos de esas etiquetas inconscientes que nos han impuesto durante tantos años y para esto, reitero, es también muy útil (al analizarnos), revisar a cuantas personas les hemos impuesto nosotros etiquetas. Vivimos haciéndolo, nos hemos identificado tanto con ellas que hemos actuado en consecuencia limitando nuestro potencial y tal vez el de otras personas. Es tiempo de evidenciar estas situaciones y resolver dejar atrás todas estas conductas; nuestro entorno debe poder constatar que somos mucho más que las etiquetas que nos pusieron o nos pusimos, y que si fuimos generadores de etiquetas en otros, hoy desalojamos de dentro nuestro esas conductas.

Muchas veces podemos verificar que nos cuesta ser felices siendo nosotros mismos, y esto porque venimos de ambientes excesivamente críticos o exigentes ó impositivos, en los que capaz debimos ser de determinada manera para conseguir aceptación de otros, aún a costa de sacrificar algo de nuestra individualidad. Será entonces momento de decirle ¡Basta! a eso. Nosotros valemos por lo que somos y tal como somos es como debemos mostrarnos. En todo caso agregaría que, ser mejores personas sí debe ser un objetivo que nos guíe por un camino de virtud, de esfuerzo sostenido, de tolerancia y de servicio para con los demás, pero siendo siempre nosotros mismos, nunca desdibujando nuestra personalidad.  

Hay un ser único e irrepetible en cada uno de nosotros, valioso por lo que es, capaz de mucho, digno y honorable por naturaleza, necesitado de dar para realizarse, de comprender para ser comprendido y con sed de trascendencia, eso que en algún momento nos moviliza en pos de beneficiar a quienes aún desconocemos pero reconocemos como parte de nuestro mundo.    



Este This is me” con el que cierro este contenido lleva el nombre de varios Youtubers e Influencers  convocados por la producción de la película para grabar el tema junto a dos estrellas del film. Ahí está el lugar para mi nombre, para el tuyo y para el de todo aquel que haga suya esa letra: "No tengo mas miedo de ser visto, no me disculpo, ESTE SOY YO". 


PD. Finalizo mi año al compás de este tema musical que recordaré siempre como el soundtrack de mi vida este 2018 y musa inspiradora de nuevos proyectos, cursos y movidas en las que este mensaje compartido en este artículo, instrumentalizará experiencias humano formativas orientadas a aportar en favor de una sociedad mas libre de etiquetas, mas genuina y mas respetuosa de cada persona.  

Referencias: 
Tema musical "This is me" del film "The Greatest Showman"
Compositores: Benj Pasek y Justin Paul.